La fisioterapia en uroginecología es una parte de la fisioterapia que trata y previene disfunciones del suelo pélvico.
Las indicaciones más importantes son:
En una primera consulta se realiza una valoración de la paciente para poder conocer cuál es el problema a tratar y pautar un tratamiento en base a los objetivos planteados.
Se le informará en todo momento de lo que se quiere conseguir y se le ofrecerá un consentimiento informado sobre las técnicas a utilizar. La mayor parte no tienen efectos secundarios pero es importante que se informe a la terapeuta si existe algún inconveniente para llevarlas a cabo.
La ecografía funcional en suelo pélvico nos permite obtener imágenes en tiempo real para la valoración de estructuras como la pared abdominal y el suelo pélvico, de tal forma que podemos obtener información más precisa a la hora de realizar nuestras valoraciones y tratamientos. Asimismo el paciente puede observar cómo se comporta la musculatura ante diferentes estímulos como pueden ser los cambios de presión (tos, coger peso, ejercicio…) y utilizarlo como herramienta de biofeedback obteniendo así un tratamiento preciso
La técnicas empleadas son:
La ecografía funcional en suelo pélvico nos permite obtener imágenes en tiempo real para la valoración de estructuras como la pared abdominal y el suelo pélvico, de tal forma que podemos obtener información más precisa a la hora de realizar nuestras valoraciones y tratamientos. Asimismo el paciente puede observar cómo se comporta la musculatura ante diferentes estímulos como pueden ser los cambios de presión (tos, coger peso, ejercicio…) y utilizarlo como herramienta de biofeedback obteniendo así un tratamiento preciso
Cabe destacar que en los tratamientos se intenta obtener la mayor implicación de la paciente para obtener los mejores resultados.
MENOPAUSIA Y SUELO PÉLVICO
La menopausia es la época de la vida de la mujer en la cual deja de tener menstruaciones. Suele ocurrir naturalmente, con mayor frecuencia después de los 45 años. La menopausia se produce porque los ovarios dejan de producir las hormonas estrógeno y progesterona. El envejecimiento y la privación de estrógenos son la causa principal de la pérdida de función del suelo pélvico. Las consecuencias de esta disminución hormonal son prurito, sequedad, molestias en las relaciones sexuales…
Por otro lado, hay una disminución del riego sanguíneo en la uretra, por lo que aparecen molestias urinarias e incontinencia.
Se recomienda la fisioterapia para mejorar los síntomas.